domingo, 31 de diciembre de 2017

REFLEXIÓN PERSONAL SOBRE LA INTELIGENCIA EMOCIONAL

Cuando finalicé los estudios en el instituto tenía claro que a lo que me quería dedicar en la vida, era a ayudar a otras personas. Me decante por la Enfermería, durante cuatro años estudié muy duro para poder conseguir mi objetivo. Una vez finalizado mi Grado salí al mercado laboral, por aquel entonces no estaba en los mejores momentos, casi todos mis compañeros y yo estábamos en el paro, alguna sustitución y poco más. En ese periodo de tiempo me di cuenta de que día a día como enfermero, me enfrentaba a una gran cantidad de emociones que afloraban en todas las direcciones. Entendí lo importante que era saber gestionarlas y, puesto que no había mucho trabajo, me aventuré a realizar mi segunda carrera, Psicología. Durante otros cuatro años me formé como psicólogo, traté de investigar y entender todas las bases emocionales del ser humano. Me di cuenta que la inteligencia no es solo saber contenido curricular, sino que es también saber qué siente uno mismo y llegar a comprender qué sienten los otros.

Este añadido a mi carrera profesional me ha permitido comprender a la persona en su concepto más complejo, entendiéndola como un ser que se desenvuelve en un medio social con necesidades biológicas y psicológicas, teniendo todos estos componentes la misma importancia a la hora de trabajar para los demás.

De este modo me conciencié mucho con esta causa y por eso he decidido orientar mi Blog en este aspecto, porque considero que una sociedad emocionalmente inteligente tiene mucho más que ofrecer.

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